domingo, 23 de marzo de 2008

Un paso más hacia la barbarie legal.

La Gaceta, jueves, 20 de marzo de 2008
Ignacio Sánchez Cámara

El proyecto de Real Decreto sobre condiciones técnicas básicas de Sanidad Mortuoria, que prepara el Ministerio de Sanidad, del que informaba ayer La Gaceta, permitirá que las clínicas abortistas traten a los fetos muertos por aborto —antes de la vigésimo novena semana de gestación— como restos no humanos, y puedan así ser tirados a la basura. El proyecto define como “restos humanos de entidad suficiente” a las “partes del cuerpo humano procedentes de abortos de más de 28 semanas”. El resto podrá tratarse como restos no humanos.

El Ministerio ha colado esta medida a todas las autonomías, incluidas las gobernadas por el PP, que han aprobado este proyecto de Real Decreto. La medida, que venía siendo solicitada por las clínicas abortistas, evitará a estos centros la molestia de tener que contratar servicios funerarios.

Me temo que lo fundamental no es sólo evitar esta molestia engorrosa, sino intentar eludir en vano la verdadera naturaleza criminal del aborto voluntario. Basta asomarse a una unidad de cuidados intensivos de prematuros para saber que un niño de, por ejemplo, 26 semanas de gestación, es un niño. Matar a ese niño es un infanticidio. Y en nada cambia su naturaleza criminal el hecho de que aún no haya salido del seno materno. Lo mismo cabe afirmar de todo ser humano desde el momento de la concepción.

Los incumplimientos de la ley en la mayoría de las clínicas abortistas son masivos. No sólo se viene incumpliendo la reforma del Código Penal, que no ha legalizado el aborto, ni menos lo ha convertido en un derecho, sino que continúa considerándolo un delito y sólo exceptúa la aplicación de la pena en tres casos tasados.

Uno de ellos es la existencia de grave peligro para la salud física o psíquica de la madre. De suyo, era previsible que este supuesto se convirtiera en patente para violar la ley, pero no era fácil pensar que se llegara a tanto, pues sabemos que en algunas clínicas se practicaban abortos sin la previa existencia de un dictamen psicológico.

Por lo demás, la ley exige que se trate de “grave” peligro para la salud de la madre. Después hemos sabido de otra vulneración de la ley: los restos humanos de abortos practicados en embriones en avanzado estado de gestación eran arrojados a la basura, a pesar de que la ley lo impedía.

El ministro Bernat Soria vuelve a regalarnos otra exhibición de una manera, al parecer muy socialista, de entender la vida del Derecho. Cuando éste se incumple, en lugar de vigilar y exigir su cumplimiento, se modifica la ley, y ya no hay nada que vigilar ni exigir. Entonces, ya no será posible acusar a las clínicas de vulnerar la ley ni al Gobierno de hacer dejación de sus funciones. Claro que entonces habremos dado un paso más hacia la barbarie legal.

Ignoro si todos los votantes del PSOE comparten una barbaridad semejante, aunque lo dudo mucho. Pero eso no excusa su responsabilidad. En cuanto se incremente la presión de los grupos proabortistas, no es improbable que el Gobierno se avenga a elaborar una ley de plazos. Entonces sí, el aborto se convertiría en un derecho entre nosotros. En el camino imparable hacia el disfrute de derechos, acabaríamos por consagrar uno nuevo y terrible: el que asistiría a toda madre a matar a su hijo dentro de un plazo fijado por la ley.

La vida humana es un precioso bien aunque precario. Pero ni en la peor pesadilla habríamos imaginado que su precariedad fuera tanta que llegara a depender sólo de un simple acto de voluntad de la madre. Lo dicho: la barbarie legal.

Síndrome post-aborto: a más abortos, más suicidios.

No Más Silencio confirma sus sospechas acerca del incremento del suicidio femenino en España.

La encuesta elaborada por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) revela que el suicidio es la primera causa de muerte entre mujeres jóvenes.

Madrid, 13 de marzo de 2008.- No Más Silencio España ha recibido respuesta a su demanda de información acerca de la tasa de suicidios en España, formulada en el informativo de Telemadrid de Fernando Sánchez-Dragó el 29 de noviembre de 2007. En una carta abierta dirigida a Gaspar Llamazares y otros políticos defensores del aborto libre, No Más Silencio llamaba la atención sobre las graves secuelas del aborto para la mujer, entre las que se hallaba el suicidio, y reclamaba del CIS los datos de suicidio juvenil, que creía ser la primera causa de muerte entre las jóvenes en España. “Tres meses después, nuestras sospechas se han confirmado, pero no por parte del ente público responsable de ello, el CIS, sino gracias a la encuesta de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) del año 2006, que muestra que el suicidio es la primera causa de muerte entre mujeres de 30 a 34 años”, afirma su directora, Pilar G.Vallejo. “Desgraciadamente, comprobamos que España sigue el mismo patrón de otros países con altas tasas de aborto, que ven multiplicado por tres el número de suicidios femeninos tras un aborto. Esa tasa se multiplica por siete en comparación con las mujeres que dan a luz, incluso embarazos no-deseados. Estos datos proceden de estudios epidemiológicos internacionales que figuran en su página web de http://www.nomassilencio.com/.

Ese mismo estudio de Semergen confirma también otras secuelas que No Más Silencio apuntaba en su carta abierta a los políticos abortistas: la violencia doméstica (la encuesta revela que una de cada tres mujeres pide ayuda al médico por ser víctima de violencia doméstica), graves trastornos alimentarios (anorexia y bulimia), la adicción al tabaco, alcohol y otras drogas, disfunciones sexuales, y un empeoramiento general de su salud, con un 25% que sufren de patologías crónicas, entre las cuales figuran los problemas cardiovasculares que causan la muerte a un 45% de mujeres. Todos estos datos coinciden con los de estudios internacionales reflejados en su página web citada. Según este estudio de Semergen, las mujeres españolas sufren cada vez más soledad, pobreza y dependencia, llegando a la conclusión de que “la salud de las féminas españolas ha empeorado, al incorporar ellas todos los hábitos masculinos sin que se haya hecho nada más que mucha demagogia por la conciliación laboral y familiar”, apuntó el presidente del Semergen, Dr. Zarco.

No Más Silencio España confía en que no se siga hurtando esta información a las mujeres, en un acto de flagrante insolidaridad, y que el Estado tome las medidas oportunas para poner freno a este desastre.

ESCUCHAR AQUÍ la interesante entrevista a Doña Pilar Gutiérrez Vallejo, Directora de No Más Silencio España, en La Linterna de la Cadena COPE.
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jueves, 20 de marzo de 2008

Un problema político-policiaco: deshacerse del cadáver.

Lo he leído en muchas novelas policíacas, así que estoy muy documentado: la tarea más dura para un asesino es deshacerse del cadáver. Ergo, lo más difícil para las clínicas abortistas consiste en deshacerse de los cadáveres de los fetos ‘matados’, que no muertos. Bueno, hasta ahora no mucho, porque, como se ha visto en los casos de Isadora y Ginemedex, con unas máquinas trituradoras de cuerpecillos humanos se pueden hacer maravillas. Pero desde que unos valientes acusadores y unos jueces valientes se atrevieron con el doctor Morín, la cosa se ha puesto ‘chunga’. Como los de la toga atacaban de frente, los rompecocos pidieron auxilio a los ministros más respetuosos con la independencia judicial, el responsable del ramo, señor Fernández Bermejo, y al de Sanidad, el prestigioso científico Bernat Soria, para que les resolvieran la papeleta y no se vieran obligados ni a emplear máquinas trituradoras, que siempre suponen merma de prestigio.

Así que, ni cortos ni perezosos, los celadores de los derechos reproductivos, o más bien anti-reproductivos, se pusieron manos a la obra y en un periquete tenían lista la norma adecuada: hasta las 30 semanas -siete meses y medio, cuando el feto ya suelta unos puntapiés tremendos a su señora madre- resulta que no existe persona, que no son ni restos humanos, sino residuos biosanitarios, más bien desechables.

Hasta ahora, los restos humanos tienen tres categorías: residuos biosanitarios. La primera es las gasas llenas de sangre, jeringuillas, etc. El segundo es específicamente humano, pero sin entidad suficiente, como un pedazo de intestino extirpado. El tercer nivel son los restos humanos con “entidad suficiente” como los fetos o incluso órganos como brazos, dedos, etc.

En pocas palabras, los cadáveres fetales tenían derecho a ser tratados como personas. Y si se entierra un brazo, con más razón un ser humano completo, aunque sea pequeñito. Todo ello, según la ley de 1974. Este tercer nivel terminaba en los tres procedimientos habituales de sepelio: entierro, incineración o lanzamiento al mar, en caso de viaje marítimo y bajo el permiso del capitán.

Pero esto, queridos amigos, no es económico ni eficiente, y dista mucho de los parámetros de gestión de la empresa moderna, como son los abortorios. Porque claro, esto obligaba a científicos de tantos centros a actuar según la siguiente alternativa: legalmente, lo que comporta acudir a la funeraria para que recoja los restos, lo que encarecería tremendamente los costes, y claro, eso no puede ser. Y la ilegal: las trituradoras conectadas al retrete.

Por ello, por eficiencia y ansias de cumplir la ley, el Gobierno les ha prometido una norma donde a todo feto de hasta 30 semanas (sí, han entendido ustedes bien, siete meses y medioa, cuando pueden sobrevivir con unos cuidados perfectamente asumibles). Pues bien, hasta entonces, esos pequeños serán como una gasa sanguinolenta o una jeringuilla.

La norma ya está redactada y el Gobierno prevé aprobarla con el consenso -ante todo consenso- de las comunidades autónomas regidas por el Partido Popular.

Hasta ahora, éramos una sociedad que no respeta a los vivos. Pero ahora daremos un paso hacia delante: tampoco respetaremos a los muertos: ¡Rediez, qué progresistas que somos!

Eulogio López, en Hispanidad.

Los bebés sietemesinos, residuos humanos sin derecho a entierro.

Si un bebé sietemesino muere 10 minutos antes del parto, irá a la basura; si muere 10 minutos después, será enterrado.

El nuevo reglamento que prepara el ministro de Salud, Bernat Soria, aguijoneado por la patronal del aborto en España es, como tantas leyes sobre el aborto, una fuente de paradojas.

Hasta ahora, la ley española obligaba a enterrar o incinerar (como a cualquier otro cadáver) a los cuerpos sin vida resultado de abortos (naturales o provocados), así como a los restos humanos de "suficiente entidad", es decir, piernas, dedos, pies amputados, etc...


Esta niña tan guapa se llama Sofía, nació con 25 semanas de gestación. (http://www.aprevas.org/)

El nuevo reglamento que preparan Bernat Soria y el gobierno socialista quiere tratar como "residuo" a los bebés de hasta 29 semanas. Es decir, no se enterraría o incineraría, sino que se trataría como un coágulo de tejido o unas gasas ensangrentadas.

Se dan paradojas absurdas. Por ejemplo, si el bebé sietemesino sale muerto (de forma provocada o no) del interior de su madre, será un residuo: nada de entierro. ¿Y si su madre pide enterrarlo? La ley no lo contempla: la ley dice que sería un residuo.

Pero si el niño sietemesino sale vivo, y se muere al cabo de un rato... ¡ya tiene derecho a entierro! Es el mismo bebé, pero morir dentro o fuera de la madre la da un status u otro.

Además, mientras los bebés seismesinos o sietemesinos pierden su derecho a entierro, la ley sigue obligando a enterrar miembros amputados: se entierran e incineran dedos y brazos, mientras que se echarían bebés a la basura.

Por otro lado, está el debate sobre los bebés que sobreviven al aborto provocado. Se calcula que unos 170 bebés en España nacen vivos cada año a pesar del esfuerzo del abortista. En Italia 4 facultades de Medicina hicieron recientemente un manifiesto pidiendo que se salve la vida de estos "supervivientes al aborto".

La Guardia Civil investiga en Madrid si los fetos encontrados en la basura de Clínica Isadora tenían aire en los pulmones, es decir, si murieron fuera de la madre. Por lo general, los abortistas dejan morir a estos bebés. Lo que menos les interesa es correr luego con los gastos de entierro o incineración.

Precisamente para evitar esos gastos funerarios que les ocasiona la ley de agosto de 1974 es por lo que la patronal ha presionado al ministro Bernat Soria. Además, queda muy feo ver salir los furgones fúnebres cada día de la clínica abortista. En Isadora pasan por la noche a recoger los cadáveres.

Todo en el negocio del aborto pasa por una doctrina: no ver. No ver las ecografías. No ver cómo es un aborto. No enseñar el bebé a la madre. No sacar en televisión cómo se hace una interrupción del embarazo. No ver lo que se hace con los cuerpos. No ver qué pasa después con las madres. En la Sociedad de la Imagen, el aborto no quiere cámaras.

miércoles, 19 de marzo de 2008

¿Vender mi voto? No, gracias.

Los políticos, una vez pasadas las elecciones, venden sus programas al mejor postor por un puñado de euros o por unos gramos de poder. ¿Acaso existe prostitución más vergonzosa que esa? Trafican con la voluntad popular sin ningún miramiento.

Pero... ¿y los votantes? ¿No hacemos lo mismo cuando votamos a un partido con la nariz tapada para que el otro no gane las elecciones? Votar al mal menor ¿no es vender nuestros ideales?
¿Vender mi voto? No, gracias.
¿Traicionar a mi conciencia? No, gracias.



¿Y qué quieres que haga?
¿Buscarme un protector? ¿Un amo tal vez?
Y como hiedra oscura que sube la pared,
medrando sibilina y con adulación.
¿Cambiar de camisa para obtener posición?
¡No, gracias!
¿Dedicar, si viene al caso, versos a los banqueros?
¿Convertirme en payaso?
¿Adular con vileza los cuernos de un cabestro
por temor a que me lance un gesto siniestro?
¡No, gracias!

¿Desayunar cada día un sapo?
¿Tener el vientre panzón? ¿Un papo
que me llegue a las rodillas
con dolencias pestilentes
de tanto hacer reverencias?
¡No, gracias!

¿Adular el talento de los camelos?
¿Vivir atemorizado por infames libelos
y repetir sin tregua: «Señores,
soy un loro, quiero ver mi nombre
escrito en letras de oro!»?
¡No, gracias!

¿Sentir terror a los anatemas?
¿Preferir las calumnias a los poemas?
¿Coleccionar medallas? ¿Urdir falacias?
¡No, gracias!
¡No, gracias!
¡No, gracias!...

Pero cantar... Soñar... Reír... Vivir... Estar solo...
Ser libre, tener el ojo avizor,
la voz que vibre, ponerme
por sombrero el universo,
por un sí o por un no.
Batirme, o hacer un verso...
Despreciar con valor la gloria y la fortuna,
viajar con la imaginación ¡a la luna!.

Sólo al que vale reconocer los méritos,
no pagar jamás por favores pretéritos,
Renunciar para siempre a cadenas y protocolos.
Posiblemente no volar muy alto
Pero solo..."

Cyrano de Bergerac
(Versos de Edmon Rostand)

martes, 18 de marzo de 2008

El Consejo de Europa quiere que el aborto sea legal y accesible en todo el continente.

El Consejo de Europa pide que el aborto sea una práctica accesible para las mujeres que la demanden en todos los Estados miembros del organismo, según un informe de la comisión de igualdad de esa institución paneuropea, que invita a despenalizarlo en los países que aún no lo han hecho.

Según el texto, adoptado por una amplia mayoría de los miembros de la comisión, Andorra, Malta, Irlanda y Polonia son los únicos países miembros en los que el aborto sigue penalizado. El Consejo, del que forman parte 47 países, vela por el cumplimiento de los derechos humanos en el continente.

El informe, que será debatido en el plenario de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa del mes próximo, invita a despenalizar el aborto en todos los países.

Barreras en los países donde es legal.

Al tiempo, denuncia que en los países en los que el aborto es accesible "no siempre se dan las condiciones para garantizar a la mujer el acceso efectivo a este derecho", según su relatora, la socialista austríaca Gisela Wurm.

"La escasez de estructuras de atención cercanas o de médicos que acepten practicar el aborto, las consultas médicas obligatorias a repetición, los plazos de reflexión, de espera, son algunas de las condiciones que pueden dificultar o hacer imposible el acceso de hecho" al aborto, señaló.

La relatora aseguró que es preciso que los Estados miembros "respeten la autonomía de elección de la mujer" y ofrezcan "las condiciones de una decisión libre y clara".

El informe invita a los países a "garantizar el ejercicio efectivo del derecho de las mujeres al aborto y suprimir las restricciones que dificultan, de hecho o de derecho, el acceso a un aborto sin riesgos".

Para ello pide que se faciliten "las condiciones sanitarias, médicas y psicológicas apropiadas" y "se garantice una ayuda financiera adecuada".

El texto recuerda que "el aborto no puede ser, en ningún caso, un medio de planificación familiar", por lo que señala que "debe ser evitado cuando sea posible" para lo que recomienda que se potencie "el acceso a una contracepción a coste razonable y una educación obligatoria de los jóvenes sobre sexualidad en las escuelas".

fuente de la noticia: El Mundo

jueves, 13 de marzo de 2008

¿Es que no tenéis sangre en las venas? (Reproche para católicos).

Es por lo de la Educación para la Ciudadanía, claro. ¿Por qué iba a ser, si no? Es el mayor atentado que se ha tramado en decenios contra la autonomía moral de la gente. Es la mayor intromisión imaginable en la libertad de verdad, que es la libertad interior. Y sin embargo, aquí apenas se mueven cuatro gatos. La prensa disidente hace circular titulares de impacto: «Ya hay 3.500 objetores en el mes de junio». Gran cosa, ¿eh? Tres mil quinientos en todo el país. En un vagón del Metro caben doscientas personas. Echad la cuenta. Es verdad que en las Termópilas bastaron trescientos. Pero esto es otra cosa. Esto es peor.

¿Dónde os habéis metido? ¿Debajo de las piedras? ¿Es que nadie os ha explicado lo que os estáis jugando? ¿O es que no lo queréis ver —para no fatigaros, tal vez, o para no meteros «en líos»?



A vuestros hijos van a enseñarles que nada es verdad ni mentira, sino que todo depende del color con que se mira —y que ese color, mayormente, tira a bermellón. Van a enseñarles que no existe una forma recta de ser y de estar, sino que todas valen lo mismo —es decir que lo malo es bueno, porque lo bueno no es tal. Van a enseñarles que ETA es un grupo vasco armado que fue torturado alevosamente por la democracia española. Van a enseñarles que la guerra civil no ha terminado y que la reconciliación fue un error, porque no hizo justicia. Van a enseñarles que papá y mamá son conceptos vacíos e intercambiables por otros. Van a enseñarles todo eso, no con materiales teóricos mínimamente contrastables, sino con una buena porción de bazofia que, por otro lado, jamás fue escrita para educar a nadie, sino, deliberadamente, para todo lo contrario. Y lo más importante: os están diciendo, no a vuestros hijos, sino a vosotros, que la formación moral de los críos ya no es cosa vuestra, sino que ahora el Estado se hace cargo. Y vosotros, a descansar. Mamá-Estado se ocupa. Qué bien.

Aquí hay dos cosas atroces. Una: que el Estado invada la competencia de la familia en el ámbito moral, extirpe la libertad de educar conforme a los propios principios e imponga a las personas una determinada concepción de las cosas. Esto es algo que sólo cabe en una democracia corrompida, cuando una clase política aupada al poder se atribuye una potestad que nadie le ha concedido. Es también curioso que el Estado venga a clavarnos esta zarpa justo cuando más debilitado está: el Estado ya apenas nos protege, ha dejado de dominar su propia moneda, ha subordinado la Defensa a grandes organizaciones internacionales, las empresas han de recurrir a guardias privados porque la policía no basta, los ciudadanos han de pagarse la sanidad por su cuenta si quieren ser bien atendidos, hemos de suscribir planes de pensiones con los bancos porque la jubilación no nos llegará... Y es este Estado, decrépito e impotente, el que se permite ahora secuestrar la soberanía moral de las personas singulares. Repito: no de la Iglesia, ni de la Conferencia Episcopal ni del PP, sino la soberanía moral de las personas singulares, de la gente de la calle, tu soberanía y la mía.

La segunda cosa atroz es esta otra: la invasión del espacio moral viene bajo las banderas de una visión absolutamente sectaria de las cosas, una visión que se ha construido en el último cuarto de siglo bajo los escombros de dogmas ideológicos derrumbados, una visión expresamente contraria a la cultura mayoritaria de la sociedad, a los fundamentos tradicionales de nuestra civilización, a los principios objetivos de lo que centenares de generaciones de europeos han considerado natural. No estamos ante un movimiento de «progreso»; estamos ante un movimiento de simple inversión. El propósito de los invasores no es otro que darle la vuelta a todo. ¿Y pueden hacerlo? Moralmente, no. Pero si nadie se opone, ¿por qué no? Y aquí es donde se echa de menos un poco más de nervio ciudadano.

Por ahí, en la plaza, uno oye de todo. Que si no llegará la sangre al río. Que si ya lo arreglarán las comunidades autónomas. Que si no será tan fiero el león como lo pintan. Que si, después de todo, sólo es una asignatura, que dejará tan poca huella en los alumnos como las demás (¿?). Que, al fin y al cabo, eso que se enseña en Educación para la Ciudadanía es lo que se ve en la calle, y que los niños tienen que ir haciéndose a esas cosas. Excusas de mal pagador. Sobre todo, excusas ciegas, expedientes para escurrir el bulto y no querer afrontar lo esencial, a saber: que no se trata de que se enseñe tal o cual cosa, sino de que pretenden robarnos una porción importantísima de libertad personal.

Es la libertad

Veréis: uno puede tolerar que el mundo sea una cueva de ladrones, que la televisión se haya convertido en territorio canalla, que los políticos abusen de las esperanzas de la gente (y los banqueros, de sus ilusiones), que los periódicos y la publicidad impongan una forma de ser y pensar decididamente absurda... Uno puede soportar todo eso porque, al fin y al cabo, ante la avalancha siempre es posible clavarse en la puerta de casa, coger el hacha y gritar «no pasarán». Pero lo que uno no puede tolerar es que cojan a tus hijos y les laven el coco al progresista modo. Por ahí no se puede pasar. Porque se trata de vuestros hijos. Y sin embargo, hermanos, lo estáis tolerando. ¿Qué os pasa? ¿Es que no tenéis sangre en las venas?

A los medios de la derecha religiosa, que admiran el ejemplo norteamericano, les gusta entregarse a ensoñaciones de regeneración, incluso de cruzada. Sueño vano. ¿Sabéis por qué en las sociedades con mayoría católica es impensable, hoy por hoy, un proceso semejante al norteamericano? Porque en los Estados Unidos la mayoría religiosa avanza sobre la base de asociaciones civiles, grupos de ciudadanos, comunidades con una voluntad de presencia política y social; pero aquí, en la Europa cristiana, y más especialmente católica, sólo una minoría exigua de ciudadanos actúa en la sociedad como creyente, el tejido asociativo civil es mínimo o inexistente, su capacidad de presencia social y política es reducidísima, muchos creyentes tienen alergia a la política o carecen de formación, la inmensa mayoría de los ciudadanos opta por la pasividad pública y prefiere delegarlo todo —en parte por tradición, en parte por pereza- en las espaldas de la jerarquía. «Los obispos sabrán qué hay que hacer» es una frase extraordinariamente socorrida. Y los obispos lo saben, claro que sí, pero el problema es que no son ellos quienes pueden hacer, sino los ciudadanos, las personas, y para eso hace falta un grado de compromiso que se diría completamente inalcanzable.

Por supuesto: este reproche va dirigido a unos católicos que parecen haber perdido por completo el sentido de la libertad personal, pero al menos aquí, entre la grey de los fieles, ha habido voces dispuestas a jugarse el pecho. Mucho peor es la situación ahí fuera, en la llamada «sociedad», donde una muchedumbre infinita de almas grises se muestra dispuesta a tragarlo todo con tal de no someter a agitación su adiposa conciencia. La reacción de los católicos ante la asignatura de Educación para la Ciudadanía es tibia hasta la depresión, pero la actitud general de la sociedad es indiferente hasta la náusea. Hemos llegado a un punto tal de sumisión —al sistema, al dinero, a la comodidad burguesa, a lo «políticamente correcto»- que cuesta un mundo hacer ver a la gente que lo que está en juego es su libertad. Esa es la imagen del tirano de nuestro tiempo: ya no un déspota que te roba la cartera mientras te amenaza con la porra, sino un simpático cacicón que, mientras te rasca la barriga, te roba el alma. Y tú aún vas y te ríes.

Hay que presentar la objeción de conciencia contra esta asignatura. Es vital. Habría que hacerlo incluso si uno estuviera de acuerdo con los planteamientos doctrinales del Gobierno, porque ni siquiera en ese caso estaría justificado que el Estado se arrogue el derecho a imponerlos por ley. Jünger decía en alguna parte que la verdadera libertad es la que reside en el propio pecho. Esta gente nos quiere abrir el pecho y sacarnos la libertad como se sacaba el corazón en los viejos sacrificios humanos. No. No pasarán. Objeta. Mañana. Ya.


José Javier Esparza

http://elmanifiesto.com/

Democracia y relativismo ético.

Una democracia no es automáticamente moral.

En el campo social se ha ido afirmando, por una parte, un concepto de democracia que no contempla la referencia a fundamentos de orden axiológico.
La admisibilidad o no de un determinado comportamiento se decide en el voto de la mayoría parlamentaria.

Las consecuencias de semejante planteamiento son evidentes: las grandes decisiones morales de la persona se subordinan, de hecho, a las deliberaciones tomadas cada vez por los órganos institucionales.

La vida social se está adentrando, por otra parte, en las arenas movedizas del relativismo, en el que todo se puede llegar a pactar, todo es negociable; incluso el primero de los derechos fundamentales; el de la vida.

Este relativismo es la raíz común de las tendencias que caracterizan muchos aspectos de la cultura contemporánea. Algunos llegan incluso a defender que ésta es la condición necesaria de la democracia, ya que sólo esto garantiza la tolerancia, el respecto recíproco entre las personas y la adhesión a las decisiones de la mayoría, mientras que las normas morales, consideradas objetivas y vinculantes, llevan al autoritarismo y a la intolerancia.

Sin embargo, grandes filósofos liberales y demócratas del siglo XX, como Bertrand Russell o Karl Popper, defienden que la democracia solamente se sostiene sobre un trasfondo de valores éticos que no pueden, en ningún caso, ponerse en entredicho.

Identificar estos valores, transmitirlos en las instituciones educativas, garantizar que penetren en el cuerpo social y en el imaginario colectivo es fundamental para el pleno desarrollo y el mantenimiento del sistema democrático.

El respeto a la vida, a la equidad; el derecho a la libertad, a la protección de la integridad física y moral, a la preservación de la familia como bien social, el derecho a la educación, a la salud, al trabajo son derechos que emanan de valores que están en la raíz del sistema democrático.

No deja de resultar sorprendente y paradójico que cuantos están convencidos de conocer la verdad y se adhieren a ella con firmeza son considerados como poco fiables desde el punto de vista democrático, porque no sostienen que la verdad sea determinada por la mayoría o que sea variable según los diversos equilibrios políticos.

En realidad, no podemos mitificar la democracia, convirtiéndola en un sucedáneo de la moralidad o en una panacea de la inmoralidad.

La democracia es un instrumento y no un fin. Su carácter moral no es automático. Su valor se mantiene o cae según los valores que encarna y promueve; y en la base de esos valores no pueden estar provisionales y volubles mayorías de opinión, sino sólo el reconocimiento objetivo de unos cimientos morales.

Si en la democracia no existen verdades y principios últimos que guíen y orienten la acción política, las ideas y las convicciones humanas pueden ser instrumentalizadas fácilmente para fines de poder. De este modo, la democracia se precipita por la pendiente que lleva al totalitarismo.

Francesc Torralba Roselló
fuente: Forum Libertas

La inutilidad del voto útil.

El sistema democrático se basa en la expresión de la opinión política de los ciudadanos mediante el sufragio universal. Si los ciudadanos, por los motivos que fueren, no expresasen su opinión personal, sino aquella que consideran que va a ser más útil políticamente, el propio sistema democrático se vería adulterado, pudiendo crearse mayorías parlamentarias que contarían con la legitimidad del voto, pero no representarían la opinión ciudadana. De esta forma, el voto útil se convierte en inútil, pues ni permite conocer la auténtica opinión de los electores, ni éstos ven defendidas sus ideas políticas en los partidos a los que han votado.

Por otra parte, la práctica reiterada del voto útil lleva únicamente a polarizar las posturas en dos opciones opuestas, que impiden la entrada de cualquier opción renovadora y anquilosa el sistema democrático.

Los ciudadanos deben expresar su opinión personal en las urnas, sin dejarse llevar por el futuro juego de las posibles mayorías y utilidad de dicho voto, con objeto de que las formaciones políticas puedan conocer la auténtica voluntad de la mayoría; y tener la seguridad de que actúan administrando correctamente el voto recibido de acuerdo con la opinión política del elector.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Familia y Vida ha de luchar sin descanso.

Yo he sido uno de esos 923 ilusionados votantes de vuestra magnifica candidatura. Y estoy orgulloso de haberos votado.

No sólo lo digo por animaros a seguir, que también, sino porque la valoración de los resultados depende del espíritu con que se haga. ¿No ha habido un trasvase de votos de IU y ERC al PSOE por la polarización de la izquierda? Pues igualmente ha habido un trasvase de voto de los Cuatro Magníficos al PP por la polarización del "miedo al mal mayor", el "voto útil" o como se quiera llamar (me niego a calificarlo como voto de derechas).

No podéis permitiros el lujo de descansar. En los próximos meses hay una "campaña electoral" muy interesante que abordar. El PP tiene un congreso antes del verano. Es necesario para el futuro de España que definan con claridad qué es lo que defienden, y a dónde quieren que vaya España, porque en los últimos 12 años solo les hemos visto ir donde les llevaba la corriente.

Después del Congreso del PP pueden pasar 2 cosas:

1.- Que las posturas del PP sean sensatas: ayuda a la familia (ya que la abolición del gaymonio se me antoja improbable), impulso de la red Madre (como primer escalón para extirpar el aborto de la sociedad), construir la Educación... Si este escenario se cumple, lo mejor que podéis hacer es celebrar una opípara cena y felicitaros por haber conseguido que un partido defienda (al menos en parte) unos principios sensatos.

2.- Que el PP "se mueva al centro". Entonces, amigo mío, tenéis una verdadera misión que cumplir. Y seguro que muchos de los que han votado al PP como "mal menor" buscarán, como hice yo las siglas PFYV entre las papeletas (y si os podéis juntar los Cuatro Magníficos, seguro que será hasta mejor).

De manera que puedo permitiros un descansito hasta después de Semana Santa. Pero ni un día más.

Eduardo Méndez

Familia y Vida: Valoración del resultado electoral.

Arrastrados por la tendencia de polarización PP-PSOE que suman 322 diputados de los 350 que componen la cámara y del mismo modo que los demás partidos, el Partido Familia y Vida ha reducido el resultado de votos conseguidos durante el 2004 en lo que respecta al Congreso.

Haciendo un flaco favor a la democracia, ha ganado el voto del miedo, el voto del “lo único que me importa es que no gane el otro”. Los partidos cada vez más alejados de los ciudadanos por su tamaño y por la ambigüedad de sus programas se consolidan. Invitamos a todos los que, a causa del voto útil, han votado a otras formaciones políticas, a reflexionar si no hubiera sido más útil haber confiado su voto al Partido Familia y Vida: Se ha perdido de nuevo la oportunidad de que un partido político, aunque fuera con un único diputado, defienda en el hemiciclo los valores de la Vida y la Familia.

La oportunidad de que en los medios, ese mismo partido político, proponga diariamente a la sociedad que vale la pena fomentar la familia y que ninguna civilización humana puede construirse con tantos asesinatos de inocentes en sus cimientos. Es cuestión de tiempo que los ciudadanos se den cuenta que el único voto útil es votar en conciencia en lugar de renunciar a los propios principios.

Congreso a parte, escrutados el 99.99% de los votos, nos felicitamos de los espectaculares resultados obtenidos en el Senado dónde 40.075 personas han votado al Partido Familia y Vida. El Partido Familia y Vida es uno de los únicos partidos que supera el resultado obtenido en el 2004.

Considerando que en estas elecciones a Cortes Generales se han presentado hasta 98 partidos distintos, son meritorios y por ese motivo los destacamos los resultados obtenidos en Menorca, dónde el Partido Familia y Vida se ha consolidado como la 5ª fuerza más votada, Eivissa-Formentera dónde es la 6º fuerza más votada y Burgos, Cáceres y Gerona dónde es la 7ª. En Gerona por ejemplo el Partido Familia y Vida ha superado en número de votos a partidos con presupuesto mucho mayor como Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía y el nuevo partido de Rosa Díez UPyD.

Durante el día de hoy, hemos recibido numerosos correos de gratitud por parte de nuestros simpatizantes por la oportunidad que les da Familia y Vida de votar un partido que defiende los valores que comparten plenamente. 40.075 personas confían en el partido Familia y Vida.

La garantía de nuestro éxito es la perseverancia. Continúa nuestra carrera de fondo y en las próximas elecciones, las Europeas, vamos a seguir creciendo en número de afiliados, vamos a consolidar nuevas juntas provinciales que se han creado recientemente, vamos a dar a conocer el partido a más personas, vamos a seguir creando opinión, vamos a aprovechar los espacios gratuitos de radio y televisión para difundir nuestros valores y vamos a mejorar de nuevo los últimos resultado obtenidos. Es cuestión de tiempo.

Partido Familia y Vida

Por un mundo unido por la coherencia: Partido Familia y Vida.

Sr. Director de Hispanidad:

No puedo compartir su análisis un tanto catastrofista de los resultados de las elecciones, en cuanto al Partido Familia y Vida, del cual Ud. ha sido digno candidato.

Frente a los análisis que realizan terceras personas que desconocen nuestro partido, la realidad es que haber obtenido más de 40.000 votos (los del Senado cuentan...) en toda la geografía española... es un auténtico triunfo... realizado con 4 euros.

Déme Ud. el presupuesto de Rosa Díez y déme al apoyo mediático que ella ha tenido (de lo que me alegro por ella), obviamente interesado para erosionar por determinados medios al PSOE, y Ud. hubiera visto unos resultados muchísimo mejores.

Dígales Ud. a esos otros partidlos que aun siendo confesionales (a diferencia de Familia y Vida, que no hace distingos) se dejen de fundar opciones paralelas y que apoyen lo que de verdad merece la pena;la Vidala Familia y el derecho de los padres a la Educación de sus hijos. Que dejen de gastar, de quemar presupuestos inútilmente, que dejen otros conceptos (como la unidad de España) para otros momentos.

Que lo que esta en juego es mucho mas; son 2.000 españoles que todas las semanas son asesinados en las clínicas abortivas, etc. Que se dejen de protagonismos, de personalismos... y que apoyen a quienes iniciamos esta andadura y que nunca dejaremos (¡¡no podemos!!) hasta que tales valores se consagren como inalterables en nuestra sociedad y sobre ellos nunca más se suscite división o controversia.

Rafael LLorente Martín

viernes, 7 de marzo de 2008

Finalmente he decidido mi voto.

Todos sabemos que desde hace muchos años el PP ha dejado de defender el derecho fundamental en una sociedad democrática: el derecho a la vida. Lo vimos en las anteriores elecciones y lo estamos viendo en éstas. En los cara a cara no se ha hablado del aborto porque para los dos principales líderes políticos ya no es un tema polémico, están los dos en la misma posición "tolerante". Pienso que lo más preocupante que está pasando en nuestro país no es la negociación con ETA o el radicalismo de los nacionalistas o la caída de la economía o el bajo nivel educativo o el descontrol en la inmigración. Lo más penoso que existe en España es una ley que abre las puertas al asesinato de seres humanos inocentes. Las cifras van subiendo cada vez más y van a seguir subiendo gane quien gane las elecciones porque la ley no va a ser modificada. Quizá con el PSOE pueda ampliarse más todavía. Pero no vamos a engañarnos. El aborto en los dos casos seguirá presente más o menos ampliado. 

Muchas personas que están en contra del aborto van a votar al PP para evitar un "mal mayor". Estoy convencida de que lo harán con la mejor intención. Pero a mí ésta actitud mo me parece coherente. ¿Es que en éstas elecciones el fin justifica los medios? Pienso que agüando la verdad no vamos a conseguir nada. La verdad debe ser defendida por encima de todo y en cualquier circunstancia.

Rajoy puede tener un proyecto político mucho más sólido y creíble que Zapatero. Pero a pesar de esto he decidido que no va a tener mi voto porque ha renunciado a lo más importante, a lo que deberia defender el partido político que gobernara este país: el derecho a la vida. Definitivamente y tras muchas dudas y reflexiones personales tengo claro que yo no voy a sacrificar la verdad por evitar un "mal mayor". Prefiero ser coherente. Siento decir a los que se ven incapaces de no apoyar al PP que España no se merece un mal menor, se merece algo mejor. Sé que no estoy sola. Cada vez somos más las personas que estamos dispuestas a defender los valores auténticos. Todavía somos minoría, pero como dice el refrán más vale poco y bueno que mucho y no tan bueno. En conciencia votaré al partido FAMILIA Y VIDA. Y espero que el día 9 gane el PP aunque yo no lo haya podido votar.

Belén Martí Sanchís

El Partido Familia y Vida propone elevar un 400% las ayudas a las familias españolas.

«Antes de que se formara este partido, yo no tenía a quién votar porque no encontraba a nadie que apoyara estos dos elementos básicos en la sociedad. Pero, ahora, ya no sólo tengo a quién escoger, sino que, además, propongo salir del bipartidismo y apostar por este proyecto», declara el candidato de Familia y Vida al Congreso de los Diputados por Alicante, Raúl Sempere.

- ¿Cómo se originó el partido Familia y Vida?

- Se formó hace siete años, cuando un grupo de personas se unieron para protestar ante la escasez de políticas en materia de familia. Así, acudimos, por vez primera, a las elecciones generales del 2004, siendo esta la segunda ocasión en la que nos presentamos.


- ¿Cuáles son las bases ideológicas sobre las que se asienta su partido?

- Somos aconfesionales y trasversales, es decir, no nos encasillamos ni en la derecha ni en la izquierda. Nuestro eje principal en política es la defensa de la vida desde su inicio hasta su terminación por causas naturales y la protección de los derechos e intereses de la familia, entendiendo a ésta como la formada por un hombre, una mujer y sus hijos, así como aquella compuesta por una mujer soltera y sus hijos. No estamos en contra de los homosexuales, pero defendemos a la familia que puede hacer crecer a la sociedad aportando hijos.

- ¿Cuáles son sus principales propuestas?

- Queremos elevar en un 400% el porcentaje del PIB dedicado a políticas familiares para equipararnos a la media europea. Así, mientras las prestaciones a las familias con un hijo a cargo de la Unión Europea rondan una media de 1.023 euros al año, en nuestro país se quedan en tan solo 291 euros. Lo que supone que nuestros vecinos europeos ofrecen 3,5 veces más prestaciones que España. En familias con dos hijos, esta diferencia se incrementa a 4,2 veces y la diferencia es de 6 veces (1.767 euros frente a los 291) para una familia con cuatro hijos. Asimismo, queremos impulsar todo un sistema de ayudas para las mujeres embarazadas con dificultades para que dejen de ser criminalizadas y se les trate como víctimas que son.

- ¿Qué otras medidas desean impulsar?

- Apostamos por derogar la legislación que despenaliza el aborto, prohibir la píldora abortiva y la clonación y potenciar las unidades de medicina paliativa en los centros médicos. Fomentaremos la convivencia intergeneracional dentro del mismo hogar y derogar la asignatura Educación para la Ciudadanía.

- ¿Cuáles son sus objetivos a nivel representativo?

- Esperamos que la gente vea en nosotros ese partido que andaba buscando, alejado del bipartidismo y firme defensor de los dos valores más importantes de la sociedad. Si no obtenemos representación en el Parlamento, apoyaremos a los grupos políticos que se comprometan con nuestro ideario y luchen por mejorar la situación de las familias y de la vida humana desde su inicio hasta su final.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Ayuda para las madres con dificultades.

Hace ya tiempo iba por la calle hacia mi casa y vi una escena que difícilmente olvidaré. Una señora empujaba un carrito de bebé. La criatura del carro lloraba a gusto y por lo visto debía de llevar rato. De repente la supuesta madre le arreó un tortazo al hijo acompañado de un ¡joder, hijo, qué harta estoy de ti! Yo me quedé petrificada. El niño era tan chiquitín... Vi cómo la pareja desaparecía en la primera esquina. ¿Cómo era posible que una madre fuera capaz de pegar a su niño? Sin duda esta mujer no debía estar psíquicamente equilibrada. ¿Qué más agresiones sería capaz de hacerle? Yo no había hecho nada. No quise implicarme. 

Pensé que es lo que nos pasa a todos cuando evitamos, por ejemplo, pronunciarnos contra el aborto por si nos meten en el saco de los "intolerantes". Es súper típica la frase de: yo no lo haría pero dejo libertad. Y las que realmente sufren son esas mujeres -en algunos casos niñas- que se encuentran en la situación de ser madres sin quererlo. No esperaban un hijo, pero ahí está y es un problema angustioso. No debería haber pasado. Entonces les hacen creer que la mejor solución es el aborto. Pero por mucho que pretendan silenciarlo cada vez se ve más claro que es imposible borrar las secuelas psicológicas de una madre que mata a su propio hijo. Así, lo que plantean como un derecho de la madre, se convierte en la huella negra de la muerte provocada desde el momento en que esta decide interrumpir voluntariamente su embarazo. Se pretendía solucionar un problema y lo que hacemos es pringarla todavía más. Lo que necesitamos las mujeres en esos momentos tan duros es tener el apoyo familiar, la comprensión de la sociedad, el aliento del médico y las ayudas efectivas del gobierno. No queremos vernos obligadas a cometer un asesinato. Pero ya se ve que esta política social no interesa a los principales partidos políticos.

Sé de primera mano que el día en que una mujer angustiada da a luz y mira los ojos de su niño comprende que todos los esfuerzos han valido la pena. No habrá secuelas psicológicas negativas porque se ha hecho lo posible por salvar su vida. Tengo el testimonio de Reme. Era muy joven, estaba estudiando en el instituto y se encontró con el problema. Ella tuvo un gran apoyo familiar. ¡Su madre es una valiente! Reme también, pero no habría podido hacerlo sola. Es la mamá más joven que conozco, y lo está haciendo de miedo.

Yo finalmente he decidido mojarme. Quiero salvar vidas de niños inocentes. Y quiero salvar la vida de tantas mujeres que se convierten en víctimas porque los demás no hemos sido capaces de apoyarlas. Por eso estoy en el Partido FAMILIA Y VIDA. Pienso que esta vez voy a apostar por la verdadera tolerancia.

¡Es preciso ayudar a las madres también desde la política!

Belén Martí Sanchís
Partido Familia y Vida
Candidata al Congreso por Alicante

sábado, 1 de marzo de 2008

Manifiesto de los Principios No Negociables.

Ante la celebración de elecciones generales en España el próximo 9 de marzo queremos manifestar nuestro común acuerdo en la defensa de los siguientes valores “no negociables”:

-La protección de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural.
-La protección del matrimonio y la familia, concebida como el compromiso de un hombre con una mujer y abierta a los hijos.
-La Libertad de Enseñanza, cuyo sujeto de derecho son los padres.
-El Bien Común, contra todo tipo de corrupción y también como opción preferencial por los más débiles, cultural y económicamente.

Estos principios básicos para la actuación coherente del cristiano en política han sido denominados "no negociables" por el Papa Benedicto XVI y enumerados de esta manera: "...el respeto y la defensa de la vida humana, desde su concepción hasta su fin natural; la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer; la libertad de educación de los hijos y la promoción del bien común en todas sus formas" (Sacramentum Caritatis)

Por lo tanto, como católicos entendemos que no podemos, por coherencia, colaborar con partidos políticos que no respeten y defiendan de forma inequívoca estos principios, aunque, dejando a salvo estos valores no negociables, cada candidato y elector es libre de adoptar la actitud política que desee y de secundar las iniciativas públicas que considere más convenientes, en ejercicio de su libertad inalienable.

Animamos a asociaciones, instituciones, organizaciones religiosas, laicas, sindicatos y partidos políticos a defender estos principios no negociables.

Pedimos a los electores españoles que cada vez que tengan que ejercer su derecho a votar, por coherencia, den su apoyo, dentro de sus legítimas preferencias políticas, a los grupos políticos de ámbito nacional que se manifiesten inequívocamente a favor de estos principios no negociables.