martes, 26 de febrero de 2008

Diario de un candidato.

Cuando hace ahora cinco años José Alberto Fernández me propuso entrar a formar parte de este proyecto nunca pensé que llegaríamos tan lejos. Conozco bien la labor desempeñada por los movimientos Provida, que es donde comenzó para mí esta lucha por los niños no nacidos, y creo que es preciso que las madres y familias con problemas a consecuencia de su embarazo reciban todo el apoyo de la sociedad y, cómo no, del Estado: en eso estamos.

En las elecciones de 2004 el incansable Vicente Roglá fue el verdadero iniciador del partido en la Comunidad Valenciana. Vaya desde aquí nuestro agradecimiento por su trabajo comprometido y su gran corazón. Vicente, te mereces una estatua.

Eran los comienzos. Ahora somos todo un equipo que trabaja por una sociedad más coherente con los principios de la ley natural. Pero yo siempre digo lo mismo: no somos políticos, somos personas que trabajamos por las personas…

María Jesús es enfermera, su trabajo consiste en la atención de enfermos crónicos, encamados y terminales en el domicilio. Preside la Asociación de Cuidadores Familiares que presta apoyo al cuidador, en la tarea de cuidar a su familiar enfermo, ella sí sabe realmente lo que es ayudar a los enfermos.

Conocer a Luís fue para mí un gran descubrimiento. Sus ideas claras sobre el valor de la familia las enriquece con algo tan esencial como la ecología. Y creo que tiene más razón que un santo. ¿Qué sería de nuestras familias sin un lugar saludable para vivir? Luis dice que ‘no se puede separar al individuo de la familia ni a la familia de la naturaleza’ y asegura que ‘para defender la familia hay que proteger la naturaleza y viceversa’.

Belén es joven, ya está cansada de tanta hipocresía en la política y siempre dice que el futuro está en nuestro partido. Para ella lo más importante para el bien de la sociedad está defendido por nuestro ideario: la familia, la educación en libertad y la vida.

Mari Ángeles es profesora y está muy ilusionada con nuestro apoyo a la vida y la familia, dos pilares fundamentales de los que no se ocupa ningún otro partido. Ella piensa que la única forma de arreglar este desastre es votando en conciencia.

Alejandro espera su sexto hijo, su mujer es profesora y él comercial. Piensa que ninguno de los dos grandes partidos valoran a su familia como se merece. Alejandro dice que si los embriones pudieran hablar se expresarían en estos términos: “Vive y deja vivir, dame la oportunidad que a ti te dieron, que tu libertad no interfiera en la mía porque yo ya soy un ser vivo, te necesito para salir al mundo, como tú necesitaste a tu madre. Ya soy tu prójimo, ámame como te amas a ti misma y verás que no soy una carga sino una motivación. Por favor, no impongas la pena de muerte a otro pobre e indefenso inocente. Gracias por escucharme, mamá”.

Paco piensa que ya está bien de tanta farsa, que es necesario votar en conciencia y olvidarse de apoyar al mal menor. Mari Carmen dice estar cansada de que le tomen el pelo y tiene bien claro que el futuro es de las familias. José Luís opina que es necesario que exista un partido como el nuestro. Marisol, antes militante del partido popular, cree que ya ha esperado bastante para ver un cambio y ha decidido apostar por Familia y Vida. Don Manuel cree que somos muy valientes porque pedimos el voto para defender a los niños que, además, no tienen derecho a voto…

Formamos un equipo de personas comprometidas con la sociedad. ¿Se puede decir lo mismo de los demás políticos? Somos gente sana que pide el voto con el corazón y con la certeza de que el voto más útil es del Partido Familia y Vida. El periodista Eulogio López lo dice bien claro: “cuando una sociedad funciona buscando el mal menor, nunca logrará el bien posible. El único voto útil es el voto en coherencia con la propia conciencia, con los propios principios”.

Raúl Sempere Durá
Candidato al Congreso por Alicante
Partido Familia y Vida

domingo, 24 de febrero de 2008

Partido Familia y Vida. Es cuestión de tiempo.

Es cuestión de tiempo que nos demos cuenta que la familia formada por un hombre y una mujer unidos en matrimonio es el mejor lugar para educar a los niños y que es el ámbito natural de solidaridad entre padres e hijos, entre jóvenes y ancianos.

Es cuestión de tiempo que podamos educar en libertad a nuestros hijos.

Es cuestión de tiempo, que el vientre de una madre vuelva a ser el lugar más seguro para una vida.

Partido Familia y vida. Es cuestión de tiempo.



Defendemos la VIDA HUMANA desde su inicio hasta su terminación por causas naturales; nos oponemos, por lo tanto, a cualquier interrupción intencionada como son el aborto, la eutanasia o la pena de muerte.

Reclamamos la protección preferente de los derechos e intereses de la FAMILIA. Aquella comunidad formada por un hombre y una mujer, unidos en matrimonio y sus hijos.

Proclamamos la libertad de ENSEÑANZA, la libertad de elección de centro, la formación moral y religiosa de acuerdo con las convicciones de los padres, y la gratuidad y calidad de la enseñanza básica obligatoria.

Exigimos la promoción de la asistencia, la rehabilitación y la inserción social de las víctimas de la POBREZA y EXCLUSIÓN SOCIAL, así como la denuncia de las causas de las injusticias que generan estas situaciones. En especial con la INMIGRACIÓN para quienes apoyamos la reagrupación y legalización con atribución de plenos derechos de sus familias.

http://www.partidofamiliayvida.es/

sábado, 16 de febrero de 2008

Soy cristiano, ¿debo votar al PP?

Tras leer la nota que ha publicado la Conferencia Episcopal con "orientaciones morales" para las próximas elecciones, todos los medios de comunicación y todos los partidos -menos el PP- se han rasgado las vestiduras: ¡Los obispos piden que se vote al PP! Los católicos leen con más interés el periódico que los documentos de la Conferencia Episcopal, así que es fácil que muchos hayan concluido que, efectivamente, los obispos les están diciendo que la única opción válida en las próximas elecciones es votar al PP.

A algunos les sorprenderá, pero a muchos vendrá a confirmarles su intención de voto: en definitiva, votar al PP es lo único que puede hacer un cristiano, ¿no? Ya sabemos que no es perfecto, pero es lo más "cristiano" que se presenta… Pues no. No es que con la pastoral de los obispos en la mano sea dudoso que se pueda votar al PP; es que la postura de este partido en algunos puntos claves, como la defensa de la vida, le convierten directamente en incompatible con el voto de los católicos.

Nadie que se considere católico y quiera seguir las directrices de la Iglesia puede votar al PP. Veamos por qué. Oigamos, en primer lugar, a un obispo español, Mons. Demetrio Fernández, obispo de Tarazona, en una de sus últimas cartas pastorales. "Si para ganar votos ese partido promueve o tolera el divorcio, o las uniones homosexuales, o el aborto, o la píldora del día después, o la manipulación de embriones, ese partido, sea de derechas o de izquierdas, no merece el voto de una familia cristiana". (Mons. Demetrio Fernández, Carta Pastoral Y, ¿qué es la familia cristiana?). ¡Pero el PP no ha promovido el divorcio exprés, ni el "matrimonio" homosexual, ni el aborto! ¡Ha sido el PSOE quien ha realizado esas leyes!

Hay que votar al PP para desalojar a los socialistas: si el PP obtiene mayoría, podrá cambiar todas esas leyes injustas. ¿Ah sí? Desde luego, si obtiene mayoría, podría hacerlo (aunque durante varios años con mayoría absoluta no lo hiciera). Muchos cristianos le votan exclusivamente porque creen que va a hacerlo. Pero los que piensan así deben ser de los que ni siquiera leen el periódico. Veamos lo que dijo Rajoy en una entrevista en el diario El Mundo: P.- ¿Modificaría usted la Ley del Aborto? R.- No, nosotros hemos convivido con la ley actual entre 1996 y 2004. Lo que procuraría es que se aplicara. P.- ¿Pero no se está poniendo de relieve que esa ley incluye un gran elemento de hipocresía, que es el de la salud psíquica de la madre? R.- Si hay un grave riesgo para la salud psicológica de la madre, yo estoy de acuerdo en que se pueda interrumpir el embarazo. El Tribunal Constitucional ha dicho que eso es constitucional.

P.- Lo que pasa es que es un concepto tan subjetivo y tan amplio que, en la práctica, España se ha convertido en uno de los países de Europa en los que se practican más abortos y en un periodo de gestación más avanzado. R.- Ese es un fraude en la aplicación de la ley; lo importante es que la Justicia actúe, como ha ocurrido en las últimas fechas. Yo estoy lógicamente a favor de la vida, y sólo en las circunstancias excepcionales que contempla la ley se debe poder practicar un aborto. No estoy a favor de que se haga porque sí, ni en el quinto mes de embarazo, ni en el tercero, ni en el segundo.

P.- ¿No habría, como mínimo, que poner un límite temporal al momento en el que se puede abortar invocando la salud psíquica de la madre? R.- Yo no modificaría la Ley del Aborto, procuraría que se aplicara. Y le recuerdo que el Tribunal Constitucional se pronunció en su momento contra la Ley de Plazos Así que está "a favor de la vida", pero no piensa tocar una ley que permite la muerte de miles de niños al año… Muy cristiano no parece, ¿no? Seguro que se trata de una manipulación; no me fío de los medios de comunicación, siempre hacen decir al entrevistado lo que ellos quieren, o publican cosas que no ha dicho. Efectivamente, muchas veces es así. Por eso, lo más sensato es recurrir a la propia página del PP.

Esta página tiene un apartado en que los usuarios pueden plantear sus dudas, y un representante del partido les responde. Veamos qué contestaron al preguntar sobre la posibilidad de cambiar la Ley del aborto: "El Partido Popular no incluirá en su Programa electoral ninguna modificación sobre la Ley del aborto, una Ley sobre la que existe un amplísimo consenso social. Apoyamos la legislación vigente y exigimos su exacto cumplimiento". Vaya, pues parece que la entrevista de El Mundo no estaba manipulada, ¿no? Volvamos a la carta de D. Demetrio: "Si un partido promueve O TOLERA […] no merece el voto de una familia cristiana".

No basta con que un partido redacte leyes inmorales, no basta con que promueva el aborto o los matrimonios gays para que un católico no pueda darles su voto: si un partido, pudiendo hacerlo, no suprime estas leyes injustas, no merece el voto de los católicos, y éstos, si quieren ser fieles a la Iglesia, no deben dárselo. ¡Pero ése no es mi obispo! Él puede enseñar a sus fieles lo que quiera, pero a mi obispo diocesano no se ha pronunciado; no me afecta lo que diga el obispo de Tarazona (más aún: ¿dónde está Tarazona?). Pasemos por alto el error eclesiológico de quien razona así. Vale que se trata de una recomendación del obispo de Tarazona, una diócesis más bien modesta. Sin embargo, hay otro obispo que sí se ha pronunciado: el de Roma. Por ejemplo, en la carta pastoral Sacramentum Caritatis, Benedicto XVI recuerda que "En efecto, el culto agradable a Dios nunca es un acto meramente privado, sin consecuencias en nuestras relaciones sociales: al contrario, exige el testimonio público de la propia fe.

Obviamente, esto vale para todos los bautizados, pero tiene una importancia particular para quienes, por la posición social o política que ocupan, han de tomar decisiones sobre valores fundamentales, como el respeto y la defensa de la vida humana, desde su concepción hasta su fin natural, la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer, la libertad de educación de los hijos y la promoción del bien común en todas sus formas. Estos valores no son negociables" (SC 83). Por si queda alguna duda, una Nota de la Congregación para la Doctrina de la Fe de 24 de noviembre de 2002 lo deja bien claro: "Quienes se comprometen directamente en la acción legislativa tienen la "precisa obligación de oponerse" a toda ley que atente contra la vida humana. Para ellos, como para todo católico, vale la imposibilidad de participar en campañas de opinión a favor de semejantes leyes, y a ninguno de ellos les está permitido apoyarlas con el propio voto. […] La conciencia cristiana bien formada no permite a nadie favorecer con el propio voto la realización de un programa político o la aprobación de una ley particular que contengan propuestas alternativas o contrarias a los contenidos fundamentales de la fe y la moral [...] Este es el caso de las leyes civiles en materia de aborto y eutanasia (que no hay que confundir con la renuncia al ensañamiento terapéutico, que es moralmente legítima), que deben tutelar el derecho primario a la vida desde de su concepción hasta su término natural". Vaya, vaya. Así que no basta con no haber redactado las leyes injustas: es necesario oponerse a ellas.

Por lo visto, el obispo de Roma coincide con el de Tarazona: ningún político que tolere la pervivencia de leyes tan gravemente contrarias a la enseñanza de la Iglesia en materias tan sensibles como el aborto merece el voto de los católicos. Sigamos preguntando a Rajoy:

P.- ¿Derogaría usted la Ley del Matrimonio Homosexual? R.- Sólo hay tres países que le llaman matrimonio. A mí eso no me gusta, y por eso la he recurrido ante el Constitucional. Voy a esperar a la sentencia. En cualquier caso, si yo hiciera alguna modificación, sólo afectaría al nombre y no a los derechos y obligaciones que establece esa ley. P.- Pero si el Tribunal dice que el nombre cabe en la Constitución, ¿respetaría ese criterio y mantendría esa denominación? R.- En este momento sólo me puedo comprometer a respetar los derechos que esa ley otorga a las personas. Así que, "nombre no, derechos sí": le cambiaremos el nombre a la ley, pero la dejaremos igual. Que parezca otra, aunque sea igual. No suena muy honrado, ¿verdad? D. Mariano, nos está usted decepcionando... P.- ¿Derogaría usted la Ley del Divorcio Exprés? R.- Nosotros no hemos votado en contra de esa ley, ni nos hemos opuesto a ella, y, por lo tanto, no la voy a cambiar. Pero deberíamos hacer pedagogía sobre el valor de la estabilidad familiar.
¡Pero bueno! Si yo pensaba que el PP defendía la moral cristiana. ¿Cómo es posible? Preguntemos a Rajoy: P.- ¿No se han confundido demasiado en éste y otros asuntos las posiciones del PP con las de la Iglesia Católica? R.- En absoluto. La Iglesia católica defiende posiciones morales desde hace 2.000 años.

En algunas cosas, el PP coincide con la Iglesia y en otras, no. Siempre he dicho que lo más importante es preservar la propia independencia frente a todo el mundo. Hasta ahora, por lo visto, la mayor coincidencia del PP con la Iglesia era que muchos de sus votantes salían de la feligresía católica. Pero ahora ya sabemos que las coincidencias terminan ahí: en los temas que más preocupan a los católicos, en aquellos que la Iglesia ha dicho que no se admiten componendas (porque está en juego la vida de seres humanos y el futuro de la familia), la postura del PP es opuesta a la de la Iglesia.

Ningún cristiano debería darles su voto. Lo han dicho los obispos. Lo ha dicho el Papa.

Javier Palacios de Elías

miércoles, 6 de febrero de 2008

Nunca lo mires.

Al final del vídeo el doctor trata de enfocar lo que tiene delante con su cámara oculta. Se trata de un ser humano muerto. Después de veintitantas semanas de gestación, alguien había acabado con su vida, lo había arrancado de las entrañas de su madre y lo había depositado allí, sobre unas gasas o toallas, antes de tirarlo a la basura, o puede que a la trituradora. Luego se oye la voz de la doctora que, seguramente, ha dirigido la valiente y heroica operación: "Pero ¿qué haces? ¿lo estás mirando? ¡No se te ocurra hacerlo! Yo nunca los miro …".

Aquella tarde de principios de Julio de 1996 estaba lloviendo. Yo estaba sentado, solo, en la mesa del comedor. Había más gente en casa, mucha más, pero reinaba un silencio digno de un desierto. La lluvia era cada vez más fuerte y yo no podía parar de llorar, como si me hubiera propuesto imitar burdamente a los elementos. Sólo hacía unos días que el ginecólogo nos había dicho que el corazón de los gemelos ya no latía. A mi mujer la ingresaron en el hospital y la provocaron un parto ya imposible. Y nuestros dos hijos nacieron muertos, y los colocaron en unas bandejitas, y nos preguntaron qué queríamos hacer con ellos. Dieciséis semanas de gestación, eso era todo, y aún así los miré. Estuve mucho tiempo mirándolos. Eran dos cuerpos masculinos completamente formados, de una hermosura incalificable. Aunque eran gemelos, sus caras era diferentes: uno era más alto y de expresión apacible, el otro, de menos estatura, parecía uno de esos zascandiles que no se puede estar quieto nunca. Mi mujer también los miró. Mis otros hijos también los miraron, pues querían conocer a sus hermanitos pequeños que ahora ya estaban en el cielo. Un buen sacerdote los bendijo, aunque me advirtió que la bendición más importante es la de los padres, y les dio cristiana sepultura. A veces solemos ir a pasear al cementerio a llevarles flores, y alguna que otra oración.

Hace poco recibí uno de esos correos que contienen una presentación de Powerpoint con bonitas fotos y frases alentadoras. Una de ellas me llamó la atención, decía así: "He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre". Es cierto, pensé. Pero yo también he aprendido que cuando te atreves a mirar a un hijo pequeño que nunca llegó a ver la luz, ese niño jamás se apartará de tu corazón.

Aquella tarde, ya lo he dicho, llovía, y desde aquella tarde no he vuelto a llorar. Y cada vez que oigo o leo algo sobre el aborto, no puedo evitarlo, me quedo callado, casi paralizado, viendo la imagen de mis hijos muertos, depositados sobre aquella bandejita. Así que, amigo lector, mi aportación a este debate es muy pobre. No me atrevo a alzar la voz para pedir que cambien la ley, o que actúen las autoridades, o que metan a nadie en la cárcel, sólo acierto a balbucir una oración para pedir al Señor que tenga misericordia de todos nosotros, de este mundo que se ha vuelto loco. A veces me imagino enfrente de una de estas pobres desgraciadas y me invade la ilusión de que alguien me concede un par de minutos antes del asesinato. Si fuera así, sólo les diría: cuando todo acabe, no lo mires. No cometas nunca ese error. Porque si lo haces, corres el peligro de sentir un amor que nunca antes habías sentido, que ni siquiera sospechabas que existiera: un amor infinito hacia tu pequeño hijo muerto. El mismo que el Padre, que lo acaba de acoger en su seno, siente por ti.

Artículo de Epifanio Gallo en Debate 21.

martes, 5 de febrero de 2008

NUESTRO BOLETIN

Con nuestro Boletín queremos informaros de las actividades que realiza el Partido Familia y Vida, de lo que hemos realizado hasta hoy y de lo que queremos realizar en el futuro.

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